Dicen que nada volverá a ser igual y por el camino que vamos van a tener razón. Pero cuando amenaza tormenta, además de sacar el paraguas, que es lo que muchos estamos haciendo, hay que tener la mente despejada y relajada. Está bien estar preparado para el ‘apocalipsis’ pero ya hemos demostrado que somos capaces de levantar la cabeza ante una situación crítica. De hecho, parece que salimos a crisis cada diez años, así que una persona que viva 80 años sale a 8 crisis: vas cogiendo experiencia.
Por lo tanto, no se trata tan solo de estar preparado, sino de seguir viviendo en la medida de lo posible intentando ser feliz, cada uno como mejor pueda y sepa respetando el espacio de los demás, claro. Y más en estas circunstancias. Si nos gusta la moda, por ejemplo, tal vez sea el mejor momento para dejar volar un poco la imaginación y apostar por nuevas cosas. Total, nadie te va a ver la cara, ¿no?
Es hora de cambiar un poco, pero cambiar a mejor. Firmas como beflamboyant se adaptan perfectamente a esta vida nueva que nos toca vivir. De nada sirven esas actitudes egoístas e individualistas. Esta crisis nos está enseñando que, si protegemos a la comunidad, si protegemos el medio ambiente, nadie sale perdiendo. Si, por el contrario, vamos a lo nuestro pensando en ‘ya lo arreglará el que venga detrás’ nos encontramos con que el mundo tendrá un pie en la tumba en pocas décadas… si no lo tiene ya.
La ropa siempre ha sido objeto de discusión por su huella ecológica y por suponer una de las muestras más evidentes de consumismo: el usar y tirar se ha convertido en tendencia en la moda. Pero esto también debe cambiar y firmas como beflamboyant apuestan por modelos más sostenibles: ropa de calidad, de primeros materiales, exclusivamente con fibra vegetales. Hechos para durar, no para tirar a los dos meses porque se han pasado de moda o porque se ha despegado la suela.
Así que esta situación tan extraña que nos ha tocado vivir tal vez sea el mejor momento para cambiar también en nuestro modo de enfocar la moda, de comprar ropa.