Pese al boom de Milanuncios.com y otros directorios de compraventa online, 7 de cada 10 españoles prefiere acudir al concesionario antes de comprar un coche, según un informe de Capgemini. Esta estadística es extrapolable al mercado de las autocaravanas, aunque debería ser más equilibrada, considerando los distintos hábitos de consumo de sus propietarios; en muchos casos, este tipo de vehículo se utiliza en 2-3 escapadas antes de recibir el cartel de «se vende» debido a la problemática que conlleva (parking, mantenimiento, etcétera).
Por este motivo, la decisión de comprar autocaravanas segunda mano galicia, Sevilla, León y otras regiones muy ‘caravanistas’ es lógica, al menos en términos económicos. El precio de los modelos nuevos superan en mucho al de los usados, por distintas razones: ausencia de IVA, de beneficio para la empresa y sus empleados, etcétera. El particular, por su parte, únicamente aspira a recuperar una parte del dinero invertido.
No obstante, la compraventa de autocaravanas de segunda mano carece de las garantías de los concesionarios. Estos ofrecían un mínimo de 6 meses de garantía antes de la entrada en vigor del reciente Real Decreto-Ley 7/2021, que amplió este periodo a 3 años en los vehículos nuevos y de hasta 2 años en los seminuevos y de ocasión. En cambio, los particulares sólo están obligados a ofrecer una garantía de 1 año e incluso menos, si el contrato firmado por ambas partes reduce este tiempo.
Por otra parte, los trámites asociados a la compra de vehículos nuevos, seminuevos y de ocasión son igualmente necesarios en los concesionarios, pero de ellos se responsabiliza la empresa. Opuestamente, la compra de autocaravanas de segunda mano exige que las partes implicadas gestionen por sí mismas este papeleo, así como el pago de tasas a la DGT por el cambio de titularidad.
Más allá de la burocracia y las garantías del concesionario, esta opción ofrece una mayor seguridad a largo plazo, pues son muchas las averías que pueden sobrevenir como consecuencia de un deterioro anterior a la compra.