Cuando miramos Ofertas Secadoras y centrifugadoras debemos de tener muy en cuenta cuáles son las diferencias entre ambos aparatos y evitar así el comprar algo que no nos va a dar los resultados esperados. Por eso, vamos a explicar cuál es la diferencia entre ambas.
Una centrifugadora, como su nombre indica, es una máquina que lleva a cabo un proceso de centrifugado de la ropa similar al que realiza la lavadora. Eran muy populares hace décadas, cuando las lavadoras no eran tan eficientes como ahora y una secadora era un artículo de lujo. Someten a las prendas a un centrifugado muy fuerte escurriéndolas mucho, pero sin que queden totalmente secas.
Son indicadas, por ejemplo, para quienes tienen lavadoras que centrifugan correctamente o para quienes gustan de lavar gran parte de la ropa a mano, consiguiendo así que cuando todo va para el tendal no llegue chorreando agua. Como ocurre con el centrifugado de la lavadora, no es apto para prendas muy delicadas.
Las secadoras son aparatos que, como también nos dice su nombre, secan por completo la ropa. Es posible coger una prenda de la secadora y ponérsela al momento porque estará totalmente seca. Esto lo hace mediante aire caliente y no todas las prendas pueden introducirse en la secadora, aunque tenga programas para prendas delicadas.
Las secadoras, mediante el aire caliente, convierten en agua en vapor. Este vapor puede salir a través de un tubo que se puede sacar por una ventana o por una salida especialmente diseñada para el fin. Son las llamadas secadoras de evacuación y son las más económicas.
Las llamadas secadoras de condensación convierten el vapor de nuevo en agua haciendo que vaya a un depósito que hay que vaciar una vez que está lleno. Son más prácticas ya que no tienen que ir junto a una ventana ni adaptar ninguna salida, pero resultan más caras.
Por último, están las más modernas, que son las secadoras por bomba de calor. La bomba de calor sustituye al sistema de condensación antes visto y, aunque el proceso es similar, pueden llegar a ser hasta tres veces más eficientes. Son las más caras, pero dado su bajo consumo y que la secadora es uno de los electrodomésticos más caros del hogar, compensa cuando se le va a dar un uso constante y no solo ocasional.