Un cerrajero puede salvarte la vida, aunque no sea literalmente, pero si es lo suficientemente rápido puede ayudarnos a solventar una situación más que peliaguda. Así fue lo que sucedió una noche de viernes gracias a un cerrajero urgente en madrid. El protagonista de la escena, que no citaré para no avergonzarle más de la cuenta, había diseñado la noche perfecta para reconquistar a su pareja.
Había pasado todo un año de prácticas fuera de España y su sufrida novia, bastante celosa, había aguantado estoicamente algunos rumores más o menos malintencionados. Es lo malo de las redes sociales: alguna foto poco decorosa, nuevas y misteriosas amistades extranjeras y ya tenemos el lío montado.
El problema fue que el chaval no aclaró muy bien aquella situación y la novia le dijo: “pues cuando vuelvas a Madrid, que te consuele la holandesa”. Así que la relación quedó en suspenso poco antes de volver.
Una vez en España inició el proceso de reconquista que consistía en una velada súper romántica en casa de su novia. Había convencido a su compañera de piso para que le dejara las llaves y darle una gran sorpresa, con globos y flores incluidos. Todo pintaba bien, ya que tras las primeras conversaciones parecía que la chica volvía a confiar en él, que todo había sido un malentendido, etc.
Pero cuando el chico llegó a casa de su novia, cargado de regalos y demás, con los nervios, se puso a abrir la puerta que era desconocida para él y no lo lograba. Maldijo y maldijo, y al final acabó rompiendo la llave que quedó atrapada en la cerradura… Un desastre mayúsculo. Y allí en la puerta se quedó el chaval sin saber qué hacer, lamentándose por su mala suerte: “si llega a casa y se encuentra la cerradura así, me tira las flores a la cara y me envía de vuelta a Holanda”.
Y así entró en juego el cerrajero urgente en madrid, el cerrajero ‘salvavidas’. Llamó por teléfono a un amigo de un amigo que conocía a un cerrajero de confianza que voló por las calles de la ciudad para salvar una relación. En pocos minutos arregló la ‘avería’ y el chaval pudo preparar la fiesta sorpresa para su chica que, por fin, se olvidó de Holanda y las holandesas…