En breve llegará la primavera y gran parte de nuestra anatomía quedará al descubierto. Muchas personas han trabajado durante todo el año para tener un cuerpo bonito que poder mostrar y del que poder presumir, pero a veces la genética se empeña en no dejar que se consigan los objetivos soñados. Es el caso de las personas que tienen tendencia a acumular grasa en una zona concreta del cuerpo, en muchos casos el abdomen, y que por más que adelgazan o hacen ejercicio no logran que esas acumulaciones se eliminen.
Si ese es tu caso, tal vez te gustaría saber algo más sobre la liposucción ambulatoria. Si tu problema está concentrado en una o dos zonas del cuerpo, el abdomen, por ejemplo, podrás eliminar el exceso de grasa con una sencilla operación que te ayudará a conseguir tu objetivo de tener un vientre plano.
La liposucción ambulatoria recibe este nombre porque el paciente ya no necesita ingresar en el hospital para poder ser tratado, sino que entra, se le realiza la operación y se va a su casa en el mismo día. Esto es así gracias a que se trata de una intervención que no precisa de una anestesia general, sino que con una anestesia parcial y una sedación es suficiente.
La liposucción se lleva a cabo con anestesia local y, si el cliente lo desea, una sedación para poder estar más tranquilos sin enterarse de lo que sucede. A través de unos pequeños cortes se introducen en el abdomen unas pequeñas cánulas que llegan hasta los depósitos de grasa. La grasa se deshace y se absorbe a través de los tubos. Puede eliminarse una gran cantidad de grasa en una sola intervención.
Cuando se acaba, el paciente solo tiene que estar unas horas en observación antes de irse para casa, eso sí, con unas instrucciones claras sobre qué va a tener que hacer durante los próximos días y sus citas para ir realizando controles y asegurarse de que todo está bien. Normalmente, tomará algunos calmantes para el dolor durante dos o tres días, pero esa será toda la molestia que sufra.
La liposucción se nota desde el primer momento, pero, es cierto, el cuerpo necesita un tiempo para acomodarse de todo y para tensarse bien en las zonas en las que se le ha quitado ese “relleno” que había bajo la piel. Por eso, se dice que se tardan unas semanas en ver el verdadero resultado de una liposucción.