En el campo de la medicina estética estamos asistiendo a una rápida evolución hacía tratamientos y técnicas cada vez menos invasivas que supongan una reducción tanto en el periodo de recuperación como en el dolor, sin que por ello se pierda eficacia. El gran objetivo es que el paciente siga con su vida normal en el menor tiempo posible.
Cuando una persona se interesa por algunos de los tratamientos más populares en cirugía estética una pregunta habitual es: ¿me dolerá? Así, por ejemplo, muchos pacientes buscan la liposucción sin dolor, conseguir que esta técnica consiga los mismos efectos sin cicatrices, ni convalecencia y, por supuesto, sin dolor. ¿Es esto posible?
Aunque es cierto que la cirugía estética está evolucionando hacia esa tendencia, los profesionales todavía no se ponen de acuerdo a la hora de situar las técnicas mínimamente invasivas en el mismo lugar que las tradicionales. Algunos profesionales consideran que si los pacientes pretenden asegurarse un tratamiento eficaz deben confiar en las fórmulas que, hasta ahora, se han demostrado definitivas. Otros profesionales, por el contrario, sí admiten que las nuevas técnicas están cada vez más cerca de conseguir los niveles de eficiencia de las tradicionales.
La liposucción, por ejemplo, es una de las operaciones más habituales en cirugía estética. Las clínicas especializadas son las primeras interesadas en ofrecer la denominada liposucción sin dolor. Aunque existen muchas modalidades dentro de la lipo sin cirugía, todas se basan en el mismo concepto: disolver la grasa sin intervención quirúrgica. Por supuesto, de esta forma el periodo de recuperación es mucho más rápido, el dolor es mínimo y el precio, generalmente, también es inferior. Ahora bien, ¿el resultado es el mismo que con la liposucción quirúrgica?
Nuestra recomendación es que acudas a una clínica especializada y te informes de los pros y los contras de ambas tendencias en cirugía estética. Dependiendo del tipo de intervención, existen modalidades menos invasivas que ya consiguen satisfacer los objetivos de los pacientes. Pero de lo que no cabe duda es que el futuro de la cirugía estética pasa por este tipo de técnicas que buscan generar el mínimo dolor posible.