El herpes zoster está causado por el virus de la varicela. Hoy sabemos que cuando se sufre esta enfermedad, el virus queda latente en los ganglios y puede activarse por diferentes causas, como por ejemplo una bajada de las defensas como la que suelen sufrir personas mayores. La infección de herpes zoster puede aparecer en diversas partes del cuerpo, pero en la cara es donde, normalmente, más nos impacta porque resulta mucho más visible.
El herpes zoster se manifiesta principalmente de dos formas. Una de ellas es mediante un dolor interno similar a una quemazón, pero intensa. Ese dolor puede coger alguno de los nervios de la cara y hacerse mucho más intenso. En algunos casos, no aparecen manifestaciones externas o son tan mínimas que no se le hacen caso y en un principio, el paciente puede no relacionar el dolor con el herpes y no acude al médico pensando que es una jaqueca o incluso lo confunden con dolor de muelas o de ojos.
La segunda forma de manifestarse es mucho más llamativa, ya que aparecen vesículas con líquido que pueden llegar a ocupar grandes áreas del rostro. En estos casos, los pacientes acuden rápidamente al médico o a una Clinica dermatologica en Vigo para un diagnóstico. El herpes es mucho más evidente cuando aparecen las vesículas y las rojeces.
Dado que los herpes aparecen con frecuencia en la zona de un nervio principal, cuando ocurre en el rostro suelen estar asociados a un nervio del ojo o a un nervio del oído. Incluso pueden llegar a causar problemas de visión o de audición, especialmente cuando no se trata a tiempo. Es muy importante acudir al médico cuando se tiene un dolor que se desconoce el origen y que no remite o cuando aparecen las vejigas para poder tratar el problema rápidamente.
Se recomienda que quienes sufren este problema estén en reposo, ya que es muy doloroso y el movimiento o inclinar la cabeza puede hacer que el dolor sea más agudo. Además, se tiene que lavar la zona afectada con agua tibia y un producto desinfectante suave. Se pueden aplicar medicamentos especialmente pensados para el herpes tanto en forma de cremas como en pastillas. Por último, también suelen recomendarse analgésicos para el dolor. Los brotes pueden variar en duración e incluso pueden repetirse varias veces a lo largo de la vida de la persona.