Millones de personas en el mundo sufren acné y libran una ‘batalla’ diaria contra las espinillas, pústulas, rojeces y otros síntomas de este trastorno de la piel. Para mitigar sus efectos y aun remediarlos, existen diversos medicamentos orales y tópicos en el mercado, disponibles con o sin receta, dependiendo de los compuestos activos que lo integren.

En casos de acné moderado, cualquier especialista tratamientos acne en Vigo recomendaría el uso de cremas y pomadas específicas con propiedades antibióticas. Este tratamiento debe seguirse durante un tiempo determinado, para evitar el desarrollo de resistencia a los antibióticos, que también pueden aplicarse en forma de cremas para liberar el exceso de bacterias en el rostro y el cuello.

Otra de las soluciones orales más efectivas es la isotretinoína, un fármaco dirigido a personas gravemente afectadas por el acné, que no debe ser administrado al resto de pacientes, ya que posee ciertos efectos secundarios que no deben subestimarse.

Por más que pueda sorprender, los anticonceptivos orales están indicados para el tratamiento del acné, debido a la presencia de progestágeno en la fórmula de estos medicamentos. Con todo, no están exentos de molestos efectos secundarios, como la fatiga y el incremento del peso corporal.

Respecto a los tratamientos tópicos, los productos basados en la acción de los ácidos salicílico y azelaico previene la obstrucción de los folículos pilosos, reduciendo así el riesgo de las infecciones cutáneas. Los medicamentos ricos en dapsona, por su parte, son aconsejables para personas adultas, especialmente mujeres. Atenuar los efectos del acné es posible con el empleo de geles y lociones con retinoides. Su objetivo es similar a los mencionados ácidos salicílico y azelaico (evitar que los folículos se taponen).

Como es lógico, antes de adquirir y emplear cualquiera de estos fármacos y tratamientos, es recomendable someterse a un examen dermatológico. Porque las necesidades de cada piel son únicas, y sólo los expertos en esta rama médica sabrán identificar los tratamientos más adecuados.