Horeca es un acrónimo de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías. Se trata de un término que se comenzó a usar en los Países Bajos pero que poco a poco se ha ido extendiendo a los diferentes países europeos. Y también en España.
Por productos Horeca o para distribución por canal Horeca se entienden aquellos productos que están destinados a la hostelería, concretamente para negocios que venden comidas que han adquirido previamente. Es el caso, por ejemplo, de la venta congelados horeca con pescados y productos precocinados que se prepararán y se venderán a través de estos canales.
Estos productos, que tienen por así decirlo un uso profesional, tienen características diferentes a los de la venta al por menor para el cliente final, como son los que se venden en los supermercados. Las diferencias no están en la calidad del producto, más bien en la presentación de este.
Por ejemplo, cuando un producto se prepara para la venta en un supermercado, se trata de atraer al comprador mediante diversas técnicas. Nos encontraremos por tanto envases muy llamativos y atractivos, con fotos del producto y de sus sugerencias de presentación que llamen mucho la atención del comprador.
Pero cuando se vende para hostelería, esto no es necesario. El comprador de hostelería compra por catálogo y no lo hace por la vista, sino que lo hacen en relación de lo que necesita y de la calidad y precio de lo que se le ofrece. Por eso, los envases no son llamativos, son muy minimalistas y se trata de que resulten económicos para poder ofrecer los precios más competitivos.
Otro punto de diferencia está en el tamaño de los envases. Un consumidor tiene en su casa, por lo general, un combi en el que mete pequeñas cantidades de diversos productos. Los envases de gran tamaño no le interesan porque no caben en su congelador y, aun disponiendo de más espacio, no va a consumir tanto.
En cambio, en hostelería sí interesan grandes tamaños porque la venta está garantizada en un plazo de tiempo razonable y el precio es mucho más competitivo en este tipo de envases de gran tamaño además de que les garantiza un suministro suficiente.
Estas son las principales diferencias entre los productos congelados que se distribuyen para hostelería y los de uso doméstico y que se corresponden también con otro tipo de productos como pueden ser los de limpieza.