Encima del bar al que vamos siempre mis amigos y yo, viven los padres de uno de mis amigos. Y están cansados de que la terraza de su piso esté toda la tarde soleada y estaban pensando en comprarse un toldo para poder tener una terraza con un poco de sombra en la que poder pasar la tarde y les he dicho que si buscan toldos ezpeleta en internet podrán encontrar un montón de toldos que les pueden servir y a un buen precio. Hay que decir que esa terraza tiene una orientación que hace que desde la mañana a bien caída la tarde le esté dando el sol de continuo. El problema de poner un toldo en la terraza es si los vecinos ponen alguna clase de traba, aunque supongo que eso no será un problema ya que algunas terrazas están cerradas con ventanales y otras las han dejado como estaban en un principio.
Por lo que me han dicho días después los padres de mi amigo habían encontrado un toldo que les valía en sitio de internet en el que les había dicho y como agradecimiento me han invitado a comer en su bar. Cosa que hago bastante a menudo porque la madre de mi amigo cocina bastante bien y muchos de sus platos me encantan. Por ejemplo, aunque no vaya a comer y solamente haya ido a tomarme una cerveza si la camarera me dice si quiero lentejas, la respuesta lógica siempre es sí, porque las lentejas de ese bar son espectaculares.
Da gusto ir a bares en los que la cocinera es buena, me recuerda a cuando de niño iba con mi abuelo a la tasca que frecuentaba. Aquella cocina olía siempre a gloria bendita, creo que lo que me olía en aquella cocina eran callos, y siempre me ponían un pequeño plato con unos pocos garbanzos y un poco de chorizo. Ese era mi aperitivo de antes de ir a comer a casa de mis abuelos. Por desgracia esa tasca ya no existe hace años y no puedo ir a recordar mis ratos con mi abuelo.