Cualquiera que abra un periódico de economía verá que la palabra ‘reajuste’ es una de las más usadas en las diferentes noticias y artículos. Se trata de un eufemismo que se suele usar para designar cambios a la baja en los negocios: despidos, reducción de producción, bajada de salarios, subida de precios de los productos, etc. El reajuste es un mecanismo conservador que se usa para que determinado negocio se mantenga en un contexto negativo y/o de crisis.
Y este contexto también está alcanzando al negocio de la hostelería en el cual trabajamos nosotros. Se da la circunstancia de que para algunos llueve sobre mojado tras la época de la pandemia en la que muchos negocios cerraron o se arrastraron como pudieron. Por suerte lo peor queda atrás y ahora estamos ante una crisis diferente: la de la inflación. Teniendo en cuenta de dónde venimos, esta crisis puede manejarse mejor, pero hay que hacer ‘ajustes’.
En nuestro caso, este reajuste empieza desde la elección de socios distribuidores. Pongamos que mi negocio busca distribucion de pimientos congelados para hosteleria. La calidad, el servicio y el precio del producto determinara nuestra elección. Teniendo en cuenta la escalada de precios de los productos agrícolas es lógico que esta haya tenido repercusión también en los productos congelados para hostelería. Por eso, en muchos casos, los restaurantes han revisado sus acuerdos.
No hay duda de que la calidad del producto y del servicio sigue siendo prioritario. Al fin y al cabo, cuidar a nuestros clientes es el objetivo final de cualquier restaurante. Y eso solo se logra con la excelencia en el servicio. Ahora bien, si una firma de distribución de pimientos congelados para hostelería ofrece un precio menos elevado por un producto de calidad similar, habrá de ser tenido en cuenta de cara a que la escalada de precio tenga el menor impacto posible en el cliente del restaurante.
Por todo ello, la hostelería también está en época de reajustes. Un reajuste que tiene por objetivo encarar esta nueva etapa con garantías olvidando de una vez los estragos de la pandemia.