A los fumadores se nos está repudiando sistemáticamente como si fuésemos unos bichos raros, primero se nos echó de los bares que era nuestro lugar preferido para poder tomarnos algo mientras nos fumábamos nuestros cigarrillos, y ahora pretenden prohibir fumar también en otros lugares que no se encuentran en recintos cerrados sino al aire libre como en la playa o en los partidos de fútbol.
Los dueños de los bares se han tenido que buscar la vida para no perder a los clientes fumadores, como construir zonas específicas para fumadores o instalar cubiertas para terrazas, para que los fumadores tengan un sitio confortable donde fumar sin tener que estar a la intemperie pasando frío.
El otro día leí en un periódico que le daban un premio a un ayuntamiento por prohibir fumar en una playa, las playas deberían ser libres para hacer lo que cada uno quiera pero con unas pequeñas reglas que todos deberíamos de seguir para dejar la playa igual de limpia que como la encontramos cuando llegamos, con que cada uno recoja la basura que ha generado sería más que suficiente, el problema viene cuando la gente se comporta como si estuviese en un estercolero y dejan la playa llena de basura y de colillas. Ciertamente hay cosas y comportamientos en la playa que molestan bastante más que el humo de un poco de tabaco, personalmente a mí me molestan más los gritos de los bebés que se escuchan y a las madres y abuelas que en lugar de ir donde se encuentran sus hijos y nietos se dedican a llamarlos a grito pelado molestando así a toda la playa, y lo peor es que eso les parece normal, qué equivocadas están.
Dentro de poco no vamos a poder fumar en ningún lado, como sigan prohibiendo fumar en más sitios, menos mal que siempre podremos fumar en la calle y en nuestras propias casas, allí seguro que nadie nos prohibirá fumar, pero que triste será si para poder fumar unos pocos de tabaco tenemos que escondernos del resto de la gente como si estuviésemos haciendo algo malo.