Existen tres tipos de cancer esofago. Uno de ellos es el que ataca a las células de las paredes del tubo, otro ataca a la zona de la mucosa y el tercero es un caso muy raro, causado por células microcícitas. Los dos primeros tipos tienen el mismo porcentaje de casos aproximadamente.
Aunque se desconocen las causas del cáncer de esófago sí se sabe que hay factores que aumentan las posibilidades de padecerlo, aunque no sean las que originen el problema. Muchas de estas causas tienen que ver con hábitos perjudiciales que tienen muchas personas:
-El tabaquismo. El humo del tabaco ha demostrado tener una alta culpa en la aparición de muchos tipos de cáncer. En el caso del cáncer de esófago esta culpa es muy directa, ya que parte del humo de los cigarrillos se traga y pasa por el esófago.
-El alcoholismo. El alcohol causa irritación en el esófago. Cuando una persona bebe de manera habitual y en grandes cantidades aparecen úlceras y otros problemas que pueden acabar desencadenando un cáncer.
También influyen otras enfermedades que la persona pueda padecer, como el esófago de Barret. Pero una de las causas que más se relaciona con esta enfermedad es la alimentación. Estos son algunos alimentos o hábitos alimenticios que pueden acabar causando la enfermedad:
-No comer suficientes verduras y frutas frescas. Las verduras y las frutas frescas son fundamentales en nuestra dieta, especialmente en la salud de nuestro aparato digestivo. Además, cuentan con vitaminas y minerales totalmente imprescindibles para nuestro sistema de defensas.
-El mate. En muchos países de sudamérica es frecuente beber grandes cantidades de esta infusión. Pero parece ser que cuando se toma en exceso, más de un litro al día, el mate puede tener consecuencias desastrosas para la salud del tracto digestivo. Uno de los problemas con los que se relaciona es con la aparición del cáncer de esófago.
-El betel. En determinadas zoas de Asia se mascan hojas de betel. Estas hojas tienen un ligero efecto estimulante, pero resulta que al mascarlas también se traga su jugo y este, al parecer, podría acabar causando problemas en la salud del esófago y estar incluso relacionado con la aparición del cáncer.
Evidentemente, nadie quiere decir que por no tomar suficientes verduras o por beber mate en exceso se va a producir un cáncer de esófago, pero sí que se podrían estar aumentando las posibilidades de sufrirlo.