Quizás te hayas planteado la posibilidad de comprar coches baratos galicia pero te hayan surgido las dudas porque temas que no sean fiables. Es lógico que tengas ese miedo ya que no son pocas las personas que, por ahorrar, acaban adquiriendo un vehículo del que tienen que deshacerse en poco tiempo.
Para empezar, hay que definir qué es barato. Una cosa es comprarse un vehículo a muy buen precio, por debajo de su valor nuevo, y otra es comprar un coche a un precio excesivamente bajo para lo que debería de costar. En este segundo caso es más probable que acabes teniendo problemas ya que nadie regala las cosas.
Si encima se adquiere este vehículo entre particulares, las garantías son más bien pocas. Si el precio del coche es demasiado bajo, desconfía, seguramente lo que buscan es que te ciegues por la oferta y compres rápido pensando que te lo van a quitar de las manos y de este modo no revises como es debido el estado del mismo.
Sin embargo, los coches baratos según la primera definición, es decir, los que salen a buen precio respecto a su precio nuevo, no tiene por qué tener problemas. Especialmente si se compran en tiendas especializadas en la compra venta de vehículos que ofrezcan las garantías legales.
Podemos estar hablando de autos prácticamente nuevos, con menos de tres años de uso, pero que se venden por un valor bastante inferior al de su precio nuevos porque los coches, una vez que salen del concesionario, ya comienzan a perder valor. Esto sucede incluso con coches que están en un estado impecable y que han sido tratados con mucho cuidado.
Encontrar un coche así es toda una oportunidad y, aunque su precio será sin duda más caro que el de un vehículo más viejo o en condiciones menos buenas, seguirá siendo una gran compra y podemos considerarlo barato o, al menos, en su justo precio.
Algunos modelos de coche tienen menos demanda y por eso se devalúan más incluso estando en buenas condiciones. Se trata quizás de vehículos cuya estética no ha tenido un gran éxito o que tienen un nombre que puede sonar mal en el país en el que se vende. Por ejemplo, el Mitsubishi Pajero es mucho más difícil de vender que el Montero a pesar de que son el mismo coche, pero con un nombre diferente.