La semana pasada estuve viendo una serie sobre los inicios del fútbol en inglaterra y he de decir que me gustó más de lo que me esperaba, ya que las series inglesas de época no es que me vayan demasiado. Pero por suerte la serie trataba más de fútbol que de otros temas que me interesarían menos. En la serie, todos los integrantes del equipo de los trabajadores trabajaban en el mundo de la industria algodonera que empezaba a caer en declive. Y el fútbol era casi la única vía de escape de la región por lo que todo el mundo esperaba que el equipo de los trabajadores les ganase al equipo de los ricos que eran los que ganaban siempre, ya que no trabajaban todo el día en trabajos fatigosos y que además entrenaban mucho más que el equipo de los trabajadores. El principal problema en la serie era que los integrantes del equipo de los ricos eran también los integrantes del comité de competición de la F.A. Cup y ponían las reglas que les iba mejor para sus intereses y para que el fútbol no llegase a manos de la clase trabajadora. Por ejemplo, no estaba permitido que se le pagase a un jugador por jugar al fútbol y de ahí vinieron los principales problemas en la serie. Pero al final uno de los integrantes del equipo de los ricos cayó en la cuenta de que esa regla solo les favorecía a los equipos de los ricos y que no era justo con el resto de equipos. Al final al comité no les quedó más remedio que ceder a las presiones de los equipos pequeños y permitieron que se les pagase a los integrantes de los equipos pequeños. Y como supongo que todos sabréis el equipo modesto terminó ganando la F.A Cup para disgusto de los integrantes del comité.

No hace mucho iba por la calle y escuché hablar a alguien sobre la industrial algodonera y no pude evitar pensar en la serie de fútbol en la que trabajaban en la industria algodonera. Aunque seguro que los que trabajan en la industrial algodonera trabajan en muchas mejores condiciones que los que trabajaban en el mismo sector en la serie.