Alrededor de 3 de cada 10 conductores británicos experimenta inseguridad al aparcar, según un estudio de Nissan. La estadística es extrapolable al ámbito español y guarda relación indirecta con la amaxofobia o miedo a conducir, cuya sintomatología incluye la falta de control y de seguridad al volante.

El miedo a estacionar es un tipo concreto de amaxofobia que se manifiesta durante uno de los momentos más críticos del día a día de cualquier conductor. En realidad, para la mayoría de ellos, estacionar en un parking en Alicante centro u otro núcleo urbano no presenta mayores complicaciones. Pero los afectados de esta fobia —así reconocida por la Psicología moderna— pueden experimentar estrés, ansiedad y sensación de pánico.

Superar esta fobia o miedo irracional está al alcance de todos. Primeramente, los conductores afectados de este trastorno deben identificar el origen del miedo, el impulso fóbico que desencadena los síntomas antes mencionados y que impide aparcar con normalidad. En un porcentaje mayoritario de los casos, la causa reside en un episodio negativo que el usuario pueda haber experimentado en un parking, como un accidente vial. También puede deberse a una inseguridad extrema, debido a la falta de pericia o habilidad al estacionar. En este supuesto, la práctica continua y eficiente puede ser el mejor remedio.

De hecho, completar sin errores la maniobra de estacionamiento un gran número de veces es beneficioso para las personas con esta clase de amaxofobia. Cuando necesiten aparcar, el recuerdo de estos éxitos les infundirá esa confianza extra que en el presente les falta.

Como sucede en la mayoría de las fobias, la consciencia y la responsabilidad son aliados de los conductores que manifiestan miedo a estacionar. Reconocer el problema y tomar la firme decisión de afrontarlo y ponerle ‘freno’ es un primer paso. De este modo, los momentos en que la fobia entre en acción, el afectado será más consciente de sus síntomas y se mentalizará para mantener la calma y recobrar el control.