No siempre que se habla de comprar un coche usado es para adquirir un segundo vehículo o un coche de tránsito mientras no se pueda comprar uno nuevo. A veces, la segunda mano es la opción más económica para comprar un buen coche por un precio muy competitivo.
Si buscas adquirir un Mercedes de segunda mano con todas las garantías tienes distintas opciones según lo que quieras gastar en el coche, la prisa que tengas para conseguirlo y el modelo en el que estés interesado.
Si no tienes prisa y quieres un modelo concreto con muchas garantías y estás dispuesto a invertir una alta cantidad de dinero puedes esperar a que haya disponible un kilómetro cero en algún concesionario cercano a tu casa. Los kilómetro-cero cuentan con muchas ventajas ya que son coches nuevos, que no han sido utilizados más que para exposición pero que han sido matriculados. Gracias a esto, tienen un descuento respecto al precio del coche nuevo.
Si lo que quieres es un coche de gama alta, los directivos de los concesionarios deben de cambiar de vehículo cada pocos meses y los que dejan suelen estar absolutamente impecables. Si tienes la suerte de poder comprar uno de estos coches obtendrás un top gama por un precio muy inferior al que tienen nuevos y con pocos kilómetros. Eso sí, seguirán siendo caro pero perfecto si buscas lo más de lo más.
Para quienes no quieren un modelo concreto ni buscan los más altos de la gama, pero sí que quieren un coche semi nuevo en buenas condiciones en los concesionarios y tiendas especializadas en la venta de vehículos de segunda mano pueden comprar su coche con todas las garantías que marca la ley. Esto les dará una tranquilidad ya que estamos hablando de coches en los que se invierte bastante dinero, aun siendo de segunda mano y es mejor correr los mínimos riesgos posibles.
La opción de comprar un coche a un particular es la más arriesgada y la menos recomendable. Es cierto que a un particular es posible regatearle y conseguir un precio menor que en un concesionario, pero también las garantías son muy inferiores. Si el coche tiene algún problema el comprador tendrá que demostrar que ese problema existía previamente a la compra para poder reclamar su arreglo al vendedor dentro del periodo de protección y probar eso es bastante complicado.